El libro del Éxodo se abre bajo el signo de las mujeres que salvan la vida. La madre de Moisés desobedece la orden de arrojar a su hijo al Nilo, lo esconde y, cuando no puede ocultarlo por más tiempo, lo deposita en un cesto de papiro que entrega a las aguas del río. Otra mujer, la hija del faraón, encuentra el cesto flotando en las aguas y se compadece del niño.
No es casual que el pueblo hebreo –pueblo nómada de partos difíciles en tiendas portátiles– haya puesto en el origen de su gran historia de liberación a dos parteras de Egipto, Sifrá y Puá, de las que sabemos poco. Ciertamente fueron las primeras objetoras de conciencia: «Las parteras temían a Dios y no hicieron lo que había mandado el rey de Egipto, sino que dejaban con vida a los niños». En su gesto resuena el mito griego de Antígona, que desobedece al rey para obedecer la ley más profunda de la vida.
Profesor titular de Economía Política en la en la Universidad LUMSA de Roma, trabaja en economía civil y ética económica. Es coordinador del proyecto «Economía de Comunión» y autor de numerosos libros y artículos.
Publicado por: Editorial Ciudad Nueva
Primera edición: 06 de abril de 2017
ISBN: 978-84-9715-372-0
Páginas: 178
Formato: 20.5 x 13.5
Peso: 270