Entre los tres Padres Capadocios, Basilio es el �nico a quien sus contemporaneos distinguieron con el apelativo de "Grande". El juicio de la Historia no ha hecho m�s que confirmar el acierto, al considerar sus cualidades de pastor y de organizador eclesi�stico, al admirar la profundidad y la claridad con que penetra y expone los puntos m�s dif�ciles de la doctrina cristiana, as� como la prudencia y sabidur�a con que defiende a la Iglesia frente al imperio y a la herej�a, y al comprobar con perspectiva sus logros en la reforma del culto lit�rgico y en la direcci�n del monaquismo greco-oriental. Su intensa y fecunda vida (330-374), dej� huella propia de aspecto de perfecto griego: acci�n acabada, pero de efecto a�n presente; presente en la historia y en la actualidad de la Iglesia universal.