Iniciar sesión
Debe iniciar sesión para poder comprar libros y acceder a la información para suscriptores de la revista LAR.
Mail*
Contraseña*
¿Aún no tienes cuenta?
Regístrate y crea una cuenta
¿Olvidaste tu contraseña
Mail*
Le enviaremos un correo electrónico para restablecer su contraseña.
LA MIRADA DE LA SEMANA
Javier Sánchez González
Una aventura maravillosa
PUBLICADO

07 de abril de 2025

En este artículo me gustaría hablar de la conciliación entre el mundo laboral y tu vida personal. Aquí, en Bélgica, el permiso de paternidad es de veinte días y el de maternidad son cuatro meses aproximadamente, lo que te permite estar con tu hijo en estos primeros momentos sin que los ingresos caseros se vean mermados. Además de que el estado te ingresa una cantidad inicial y luego mensual para cubrir gastos.

Luego hay otras formas de poder conciliar solicitando otro tipo de bajas que no te compensa al ser unos ingresos muy bajos y que normalmente se suelen solicitar cuando tu hijo o hija es más mayor cuando ya los ingresos familiares suelen ser más estables.

En nuestro caso, desde que nació nuestro hijo, ambos tuvimos la fortuna de poder contar con la ayuda del estado desde el primer momento, desde la detección de unos defectos congénitos que lo tuvieron hospitalizado tres meses al personal del hospital, desde los médicos hasta las enfermeras, les agradecemos muchísimo todo el esfuerzo que pusieron en que nuestro hijo saliera adelante, también por la franqueza y honestidad con la que nos hablaron sobre la situación de Gabriel.

Nuestra responsabilidad como padres desde el primer momento fue estar al lado de nuestro hijo. Esa fue nuestra prioridad número uno desde que supimos que Gabi iba a tener que estar tanto tiempo en el hospital. Evidentemente, eso hizo que mi mujer tuviera que estar durmiendo allí muchas noches y muchos días. Y eso hizo que yo tuviera que pedir permisos en la oficina para poder estar ahí, ayudando en las tareas más ordinarias como son la limpieza en casa, haciendo la comida o las gestiones administrativas.

Fue tanto el impacto en nuestras vidas que entramos en una vorágine de hospital y casa que poco a poco nos fue apagando emocional y físicamente. Desde el inicio del embarazo despidieron a mi mujer en su empresa por las dificultades que fue teniendo en todo ese periodo y las que le ponían para poder cumplir con su horario y sus tareas.

A mí me ocurrió que cuando volví al trabajo, a los pocos meses del nacimiento, no lograba rendir y estar concentrado. Lo que antes hacía de manera muy sencilla ahora me costaba muchísimo más. Lamentablemente llegó un momento que debido a que no rendía lo suficiente y que pasaba mucho tiempo en el hospital, mi empresa decidió despedirme.

Ahora llevamos un tiempo en que ambos estamos buscando trabajo. Honestamente debo decir que a nadie nos gusta que nos despidan, crees que es injusto porque nadie está preparado para ser padre por primera vez y mucho menos cuando tu hijo te necesita en el hospital en los primeros meses. Por eso también agradecemos muchísimo de corazón a todas aquellas personas que nos apoyaron y ayudaron, así sean nuestros amigos más cercanos, la familia cuando ha podido venir a Bruselas, el personal médico y sanitario, aquellas personas que nos saludaban y que se preocuparon por nosotros, a todos os enviamos un fuerte abrazo.

Ahora mismo, ya con Gabi en casa y la mayoría de sus síntomas ya pasados, estamos muy contentos y orgullosos de tenerlo con nosotros porque creemos que hicimos lo que debíamos y lo que pudimos en ese momento. ¡Ser padres es una aventura que no cambiaríamos por nada del mundo!

34 91 725 95 30