
Desde el año 1.980 se está trabajando en el proyecto "Genoma humano" para completar el mapa de las secuencias cromosómicas e identificar la misión de cada una de ellas. Sabemos que las células del cuerpo humano tienen 23 parejas de cromosomas con unos 20.000 genes por cada uno de ellos, pero no conocemos bien su función.
Con su investigación, el Dr. Robert Sinsheimerque, uno de los promotores del proyecto "Genoma humano", dio un paso adelante en el conocimiento de las secuencias del genoma. Vio que unas secuencias eran responsables de la conservación de la especie, y otras, de la conservación del individuo.
De las primeras saldrían las actitudes colectivas, convivenciales, altruistas, generosas... promotoras de concordia y de paz. De las segundas, que promueven la conservación del individuo, saldrían actitudes más autocentradas, individualistas, egoístas... que fácilmente pueden generar enfrentamiento y violencia.
Ciertamente, el factor genético nos da el sello de la especie, del sexo, de la raza, y algunos perfiles instintivos del comportamiento. Pero, como dice muy bien Teilhard de Chardin, en su libro "El fenómeno humano" en el capítulo "Cromosoma y tradición", el factor genético influye en el aspecto instintivo del individuo, pero después está el factor cultural, las costumbres, las tradiciones, la educación que recibimos, todo aquello que aprendemos, bien porque nos lo enseñan, o porque lo comprobamos y lo interpretamos desde nuestra libertad.
Esta es la grandeza de la persona humana. Por la genética, somos lo que somos, con nuestras características, pero por nuestra libertad podemos elegir aquellas actitudes que dan sentido a nuestra vida. Hay quien elige unas actitudes individualistas y lo hace todo en beneficio propio. Hay quien tiene unas actitudes más generosas, más convivenciales, más altruistas, con más amplitud de miras, donde el otro se ve valorado y respetado, donde se mira que el bien propio y el bien de los otros esté equilibrado.
Los seres humanos tenemos una relación fundamental con todos los otros. Somos hermanos en la existencia. Ser conscientes de esto, es importantísimo para construir la convivencia y la paz.