logoIntroduzca su email y recibirá un mensaje de recuperación de su contraseña






                    




articulo

Feliz centenario, Cervantes

Ángela Aláez

El 23 de abril celebramos el Día Internacional del Libro, una fecha para fomentar la cultura y el amor por los libros. 


pdf
La elección del día, obviamente, no fue al azar, ya que el 23 de abril de 1616 fallecieron nada menos que Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega. Y este año es fiesta por partida doble, porque conmemoramos el IV centenario de la muerte del autor del Quijote. Un festejo claro desde el punto de vista institucional, pero, ¿con qué repercusión para los jóvenes de hoy en día, aquellos de quienes se dice que «ya no leen»? 
 
Podría afirmarse que, en un mundo donde las tecnologías son las protagonistas y las ofertas de entretenimiento van en aumento, el libro ha quedado relegado a un segundo plano. Los jóvenes no leen del mismo modo que antes, pero cuidado: leen. Leen las publicaciones de sus amigos en las redes sociales, leen blogs y noticias de actualidad, leen libros en formato digital, y sí, también en papel.
Y es que las formas de leer están íntimamente ligadas al soporte. Con la aparición de la imprenta, la lectura era intensiva: había pocos libros y eran objetos sagrados que se leían una y otra vez. Hoy, los expertos hablan más de «navegación» que de «lectura», pero no son incompatibles. La lectura sigue inscrita en los códigos educativos actuales como una fuente de legitimación, y nadie puede negar el romanticismo del papel. 
 
No hay nada que pueda sustituir el «olor a nuevo» de un libro, o la textura de sus hojas, pero eso no debe ocultar las ventajas de lo digital. En primer lugar, la democratización de la cultura, que permite que jóvenes promesas sin dinero puedan dar a conocer sus relatos a través de plataformas digitales, como un blog o una página web. De este modo, se facilita el acceso a obras no comerciales, y gracias a la enorme capacidad de almacenamiento en la nube, tenemos miles de obras literarias a nuestro alcance y a muy bajo coste. Además, las opciones de lectura se multiplican: desde títulos en distintos soportes, videojuegos y aplicaciones relacionados con la literatura a webs y redes sociales que pueden convertirles en lectores críticos desde su smartphone.
 
Por todo esto, aunque algunos consideren que la irrupción de Internet ha supuesto el fin de la lectura, parece más prudente la definición que da a las nuevas tecnologías Giovanni Sartori: «herramientas que permiten o potencian el desarrollo humano», no que lo limitan. Porque como dice el italiano, «la lectura ha sido, es y será uno de los motores de conocimiento más sofisticados». Aprovechemos entonces estas nuevas herramientas para formar a jóvenes don quijotes que amen y disfruten los libros escritos para ellos. 
 
 
 




  SÍGANOS EN LAS REDES SOCIALES
Política protección de datos
Aviso legal
Mapa de la Web
Política de cookies
@2016 Editorial Ciudad Nueva. Todos los derechos reservados
CONTACTO

DÓNDE ESTAMOS

facebook twitter instagram youtube
OTRAS REVISTAS
Ciutat Nuova