MEDICINA: Tortugas y gastroenteritis por salmonela
Ana GuerreroLas infecciones por bacterias del género Salmonella se adquieren fundamentalmente a través del consumo de alimentos contaminados...
Las infecciones por bacterias del género Salmonella se adquieren fundamentalmente a través del consumo de alimentos contaminados, como por ejemplo ensaladas, quesos de cabra, huevos y pollo, pero también los animales pueden ser una fuente importante de infección, concretamente los reptiles y los peces tropicales que viven en acuarios.
Hay diversos reptiles que son portadores de salmonela, pero las tortugas conllevan un riesgo especial, ya que es frecuente que en muchos hogares se compren pequeñas tortugas como mascotas.
Las tortugas portadoras de salmonela no presentan signos de salmonelosis, pero eliminan las bacterias con las heces, contaminando así el agua y cualquier superficie que esté en contacto con el animal.
En las personas, la infección por salmonela puede causar fiebre paratifoidea o gastroenteritis. En algunos casos puede haber complicaciones severas, produciéndose bacteriemia o meningitis, especialmente en niños pequeños y personas inmunodeprimidas.
Muchos padres ignoran el riesgo de infección que supone el tener un reptil en casa, sobre todo para los niños, debido al mayor contacto que ellos suelen tener con estas mascotas, por la posibilidad de jugar con el agua de los acuarios, que es un buen medio de cultivo para el crecimiento de salmonela y porque sus hábitos de higiene suelen ser peores que los de los adultos.
Por lo tanto, si se tiene en casa algún reptil o un acuario con tortugas o peces, es aconsejable seguir las siguientes recomendaciones para prevenir la transmisión de la salmonela:
• Lavarse las manos con agua y jabón inmediatamente después de manipular la tortuga (u otros reptiles).
• Limpiar y desinfectar las superficies en contacto con el animal. Actuar como si estuvieran contaminadas.
• No utilizar la cocina para limpiar el recipiente que contiene la tortuga y si se limpia en el baño, desinfectarlo posteriormente con lejía.
• Evitar el contacto de la tortuga con alimentos. Es conveniente que la tortuga no viva en la cocina ni ande libremente por el domicilio.
• Las personas especialmente susceptibles (menores de 5 años y personas con inmunidad disminuida como embarazadas, enfermos con cáncer o en tratamiento quimioterápico, personas trasplantadas, con diabetes, problemas hepáticos u otro tipo de enfermedad que deprima la inmunidad) deberían evitar el contacto con tortugas y cualquier objeto que haya estado en contacto con ellas.
LÉANOS
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