La crisis económica provocada por la pandemia de la Covid-19 fue la mayor ocurrida en España desde el final de la Guerra Civil. Para hacer frente a este desafío, la Unión Europea ha aprobado un paquete fiscal de emergencia que se ha plasmado en la transferencia de recursos financieros a nuestro país. 

La Unión Europea creó en Julio de 2020 Next Generation EU. Es un instrumento fiscal, un programa financiero que complementa el presupuesto europeo existente. Tiene una vigencia temporal acotada al periodo comprendido entre 2021 y 2026. El instrumento incluye siete programas de gasto, donde la mayor parte de los recursos (90% del total) va destinada al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. Este busca financiar nuevos ámbitos de actuación a nivel europeo como son el impulso a la digitalización, inversiones para hacer frente a los efectos del cambio climático (transición verde) y tecnologías industriales clave (como el hidrógeno, los semiconductores y las baterías eléctricas).  

Para acceder a estos fondos, España ha presentado el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que incluye un programa de reformas estructurales e inversiones. El uso de los fondos estará basado en cuatro líneas directrices (transición ecológica, digitalización, igualdad de género, cohesión social y territorial), diez políticas palanca y treinta componentes (centrado cada uno ellos en un reto u objetivo concreto). En concreto, se gastarán más de 65.000 millones de euros entre 2021 y 2023. Estos son en esencia los nuevos fondos europeos. 

La versión final del Plan fue presentada el 30 abril de 2021 y fue aprobado a nivel europeo el pasado 16 de junio de 2021. Con la aprobación del Plan se ha efectuado un pago de 9.000 millones de euros. Seguidamente se hizo un segundo pago en diciembre de 10.000 millones. España podrá modificar su Plan en el período en 2023, al haber manifestado el Gobierno el deseo de presentar una solicitud de préstamos para reformas o inversiones adicionales.