Sobre este tema se ha versado y versará mucha tinta. Pero lo que cambia es poco, a pesar de la infinidad de fuentes que informan y forman. En la presente reflexión, fruto de una robusta conversación con Juan de la Riva, hemos elegido un corte práctico, que induzca a la acción desde el nivel personal hasta el socio-ambiental, con tres claves: conocer, actuar, compartir. 

Conversión ecológica personal  

Es el imperativo del tiempo, y es el mensaje que lanza la ciencia y comparten amplios sectores de reflexión cultural seria, religiosa o aconfesional. Es una necesidad dictada por la indiscutible crisis ambiental global y por la evidencia de que todo y todos estamos conectados. Esto reclama responsabilidad y acción, exige comprometerse con cambios concretos, a nivel personal. Por eso hablamos de conversión, no solo de cambios. El énfasis es necesario ante la evidencia de que la solución a la crisis actual, que no solo es ambiental, sino global y sistémica, pasa por un cambio en las categorías dominantes, cambio que involucra a cada uno de nosotros y ha de ser asumido con responsabilidad.