La humanidad ha sufrido siempre el hambre. Sus causas suelen estar en la ambición de unos pocos y las grandes injusticias sociales. Pero dejemos el análisis del problema a los expertos.

 

La Segunda Guerra Mundial causó la mayor crisis de hambre en Europa desde que se tienen datos. Y esto no parece disminuir. La última crisis económica dejó en España a miles de personas en riesgo de exclusión y, mientras los bolsillos o las cuentas ocultas de algunos crecían, los comedores sociales hacían milagros para dar de comer a un número cada vez mayor de indigentes. Familias completas han acudido y acuden a los comedores que Cáritas y algunas congregaciones religiosas tienen en toda nuestra geografía.