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José Luis Panero


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Red de Libertad 

El 20 de octubre se estrenó en los cines españoles el drama biográfico Red de Libertad, distribuida por Proyecfilm, último trabajo del joven y laureado director salmantino de 34 años Pablo Moreno (Pablo de Tarso, el último viaje, Un dios prohibido, Poveda, Luz de Soledad).
La historia se ambienta en Francia, a principios de la II Guerra Mundial. Helena Studler es una religiosa que desde joven se dedica al cuidado de los huérfanos y los abandonados, pero los tiempos han cambiado. Los alemanes han entrado en su ciudad y Helena descubre que cerca de su localidad los nazis han instalado un campo de concentración. Junto a algunos hombres y varias de sus hermanas, hijas de la caridad, traman todo un plan para liberar a los cautivos de su trágico final. 
 
Pablo Moreno, que ha ido ganando en experiencia tanto en la dirección como en el guion, presenta una lúcida película biográfica sobre Sor Helena Studler (1891-1944), que trabajó para mejorar las condiciones de vida de los presos de guerra en la ciudad de Metz y así liberó de las garras nazis a más de 2.000 personas. No en vano, se va corriendo la voz de que esta religiosa está al mismo nivel de heroicidad que Oskar Schlinder, el empresario alemán cuya hazaña reflejó Steven Spielberg en el popular y oscarizado drama La lista de Schlinder. 
Lo que más llama la atención de esta película es su tono humanizador a todos los niveles, de tal modo que sus personajes resultan creíbles, y consigue dar carta de naturaleza a la crisis humanitaria de los refugiados, eso que a los mortales no nos gusta tanto mirar. En realidad, cuanto acontece en el filme no está tan lejos del problema con Siria en estos momentos, por ejemplo. 
 
Este trabajo de Red de Libertad ha sido posible gracias a la habilidad, tiento y sabiduría que el director ha puesto en la escritura del guion, en que los perfiles de cada personaje están hechos a medida y los diálogos suponen la otra parte más enriquecedora del filme, todo esto apoyado por un elenco coral de lujo. En este sentido, la camaleónica actriz española Assumpta Serna, que da vida a sor Helena Studler, realiza una de sus mejores interpretaciones, llena de matices y contrastes. 
 
En cuanto al apartado técnico, Red de Libertad (Contracorriente Producciones), cuyo presupuesto total no ha llegado al medio millón de euros, ha encontrado en Ciudad Rodrigo localizaciones hermosas y propicias para la película. La sentida banda sonora, a cargo de Óscar Martín Leanizbarrutia, habitual de Pablo Moreno en estas lides, acentúa las esencias dramáticas del filme en función de los momentos de mayor emotividad o mayor dramatismo. A ello se añade una atractiva propuesta visual, realista y estética, con una luminosa puesta en escena.
Red de Libertad no es, pues, solo una historia bonita de una monja que hace el bien a sus semejantes, en línea con su vocación, sino que Pablo Moreno va mucho más allá, no solo por ser el primero en dar a conocer este episodio, sino por recordar que la vida hay que saber vivirla, cada uno tiene un objetivo en ella y tiene que aprender a defenderlo a pesar de los reveses. 
 
Red de Libertad es una película seductora, entretenida, fresca, ágil, que sabe dónde se dirige.
 

Una pregunta a Pablo Moreno

–Si yo no hubiese visto el filme, ¿cómo me lo vendería?
–Red de Libertad es una película sencilla, que trata sobre una mujer muy valiente, una mujer con un gran fondo. Es una película que habla del carisma. Esta mujer llegó a hacer algo absolutamente extraordinario en tiempos extraordinarios. Es una película que guarda un paralelismo con lo que está ocurriendo ahora en el mundo, el conflicto sirio, las guerras, el enfrentamiento, el odio. Y al final, contra todo eso, lo único que puede salvar el mundo es el amor. El amor y dar la vida por los demás. Yo creo que esas son las claves fundamentales.
 

Una pregunta a Assumpta Serna

–Se está poniendo de moda un tipo de películas con este corte. ¿Qué le parece esta corriente? 
–Que los valores de esta película son más pertinentes que nunca. En un momento en que la falta de diálogo, de escucha y de generosidad son tan grandes, resultan más que procedentes. Son valores universales que durante toda la vida tendremos que repetir. Se habla de derechos humanos. Por supuesto, también de la llamada a la vida religiosa y de instar a que las personas se comporten mejor con sus semejantes. Es el ejemplo vivo de que hay que saber amar y actuar en consecuencia. Y creo que esto es válido hoy y mañana, siendo religioso o no. Cuando en tu día a día tus acciones tienen que ver con la generosidad, estás cada vez más cerca de lo divino, de la felicidad que te da el ser generoso con el otro. Las hijas de la caridad representan a muchas personas que creen en unos ideales y que han sido capaces de luchar por ellos. 




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