a unidad entre las Iglesias requiere héroes (…), requiere héroes en la espiritualidad, con un espíritu humilde». Son palabras de Tawadros II, pronunciadas en 2015 durante la primera jornada de amistad entre la Iglesia copto-ortodoxa y la católica. Y el papa Francisco, en su reciente viaje a El Cairo, se hizo eco de ellas: «En presencia del Señor, que nos quiere “perfectos en la unidad”, no es posible seguir escondiéndose detrás de unos pretextos por divergencias interpretativas, y menos aún detrás de siglos de historia y tradiciones que nos han convertido en extraños». De ahí que apele a una «efectiva comunión que crece cada día» con los frutos de «un ecumenismo que se realiza caminando».

 

En esta línea y con tal convicción, cristianos de varias iglesias que comparten la «espiritualidad de la unidad» se dieron cita en el centro internacional de los Focolares en Castel Gandolfo (Roma), donde se llevó a cabo su 59ª Semana Ecuménica. Eran unos 700 y procedían de 40 países y 69 Iglesias cristianas distintas.