ucho por una vida más digna». La frase parece un titular, pero en realidad está entresacada de la correspondencia de Nikola Madjura con Demetrio Gallardo. «Caí enfermo en los mejores años de mi vida. Los síntomas no han sido tan terribles, pero el diagnóstico sí: un tumor en la médula. Desde la operación me puedo mover únicamente en una silla de ruedas».

 

Nikola vive en Sarajevo, ciudad donde nació en 1960 y en la que durante siglos convivían pacíficamente musulmanes bosnios, católicos croatas, ortodoxos serbios, judíos y otros. Capital de Bosnia-Herzegovina, una de las repúblicas que componían Yugoslavia, durante casi diez años, entre 1991 y 2001, sufrió una devastadora guerra, mezcla de conflictos étnicos, económicos, religiosos, culturales y políticos. Lo que ha pasado a los libros de historia como Guerra de los Balcanes se cerró con un balance de casi 200.000 muertos y millones de desplazados, quedando como el conflicto más sangriento en Europa después de la Segunda Guerra Mundial.