Otoño es una buena época para acercarse a Aranjuez y disfrutar de un paseo por sus hermosos jardines. Veremos la belleza de la naturaleza en las distintas tonalidades que cubren las hojas de los árboles. Estos jardines inspiraron a pintores como Rusiñol y a músicos como Albéniz o el maestro Rodrigo, que compuso el famoso Concierto de Aranjuez. Aquí podemos encontrar también la belleza creada por el hombre en la recientemente restaurada Casa del Labrador, situada en el Jardín del Príncipe.
Los inmensos jardines del Palacio de Aranjuez fueron construidos para ensalzar la residencia real que ya existía en tiempos de los Reyes Católicos. Este entorno de Aranjuez fue declarado “Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO en 2001.
La Real Casa del Labrador es uno de los edificios del siglo XVIII que mejor se conservan en toda Europa. Construido en época de Carlos IV, fue iniciado en 1791 y se concluyó en 1803. Intervinieron los artistas más importantes de la época, como Villanueva, González Velázquez, Maella o Girodet. Ahora, tras una década de restauraciones, abre sus puertas al público el Petit Trianon más grande y lujoso creado por un monarca español.
El rey se había formado en Nápoles y fue testigo de los descubrimientos de Pompeya y Herculano. Además conocía las fuentes clásicas de la antigua Roma y, al igual que el resto de monarcas europeos, construyó una casa de recreo, reflejo de la lujosa interpretación que se hacía del Imperio Romano. Para ello trasladó algunas esculturas romanas procedentes del Palacio Real de la Granja, como el Grupo de San Ildefonso, y varios bustos imperiales de la colección de la reina Cristina de Suecia para la fachada exterior.