La centralidad de la persona en el proceso de desarrollo y su inalienable dignidad.
PPor razones profesionales a menudo me he humanos nacen libres e iguales en visto hablando de la importancia capital de los recursos humanos en cualquier empresa. Mucha gente tiende a pensar que las inversiones, la tecnología y las instalaciones son los activos principales de una empresa. Muy al contrario, el principal capital son las personas.
Esta idea también la considero válida para el conjunto de la humanidad. Podría esgrimir muchos argumentos a favor de esta tesis, pero hay uno que creo fundamental: la persona está dotada de una dignidad que no posee ningún otro ser vivo y, por descontado, ninguna otra cosa por valiosa que esta sea.
La dignidad es ese factor que compartimos todos los seres humanos, y defenderlo universalmente, para todo el mundo y sin discriminaciones, es el motor del verdadero desarrollo. Es significativo que el artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclame: «Todos los seres
dignidad y derechos. Están dotados de razón y de conciencia y han de comportarse fraternalmente los unos con los otros».