De Italia, Francia y España llegan a la bella ciudad castellana un grupo de artistas y teóricos del arte respondiendo a la invitación de un programa inspirador entorno a la comunión artística, en que la vivencia es la principal protagonista.

El reto despierta incógnitas, entusiasmo y muchas expectativas. Se trata de aventurarse en algo que se irá construyendo con la aportación de los participantes: un poeta, una bailarina y escritora, tres fotógrafos, una artesana textil y varios artistas plásticos, más dos historiadoras del arte y una traductora. Para comenzar se plantea cómo se llevará a cabo esta experiencia y qué va a hacerla diferente, pues no es la primera vez que unos artistas se reúnen en una experiencia colectiva. Se propone «hacer el vacío» de las propias ideas para acoger las de los demás.