Con el sugerente título «Educación para el diálogo», el pasado 5 de julio el Movimiento Político por la Unidad (MPpU) llevó a cabo junto con la Fundación Igino Giordani una jornada de reflexión en el Centro Mariápolis Luminosa (Las Matas, Madrid) dirigida a todos los agentes educativos (docentes, padres, profesionales, etc.). El objetivo era ir a fondo en el tema teniendo en cuenta una serie de premisas: partir de lo que une; escuchar al otro; reconocer que objetivamente podemos estar equivocados y que el otro puede darnos luz para entender. Se invitaba, pues, a los asistentes a una experiencia de fraternidad, a una elaboración real de diálogo durante la jornada.

El profesor Jesús García, experto en formación de padres y profesores, abrió el acto con esta propuesta: «Diálogo como competencia educativa», corroborada por la experiencia de Carmen Guaita, maestra y escritora. Completaban la mesa redonda José Luis Estefanía, inspector de Educación y directivo del Fórum Europeo de Administradores de la Educación, Aurora Campuzano, jefa de prensa del Colegio Profesional de la Educación de Madrid, premio «Esteban Barcia» de periodismo educativo, y la doctora Araceli del Pozo, vicedecana de estudiantes de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense (UCM), que actuó como moderadora. Una segunda mesa redonda, moderada por Juan López, inspector central de Educación, e integrada por Begoña Ladrón de Guevara, presidente de la Confederación de Padres de Alumnos (COFAPA), y Luis Carbonell, presidente de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA), abordó este polémico tema: «¿Es necesario y posible un Pacto por la Educación?»