
Chocholski, Patrice
Sacerdote francés, descubre a Faustina al indagar en las raíces polacas de su propia familia; su revisión de esta mística polaca subraya su aportación a la vida de la Iglesia a la luz del Vaticano II, en su relación con el mundo y en su misión a favor de la unidad del género humano.