León Magno
León ha sido el primer papa que ha merecido pasar a la historia con el apelativo de Magno.
Su pontificado (440-461), el más largo del siglo V, se vio envuelto en numerosas controversias teológicas. Sin embargo, León, como representante de la Tradición latina, supo aunar y conjugar las, hasta entonces enfrentadas, cristologías de la Escuela de Alejandría y Antioquía.
Recogió el testigo del concilio de Éfeso (431) e impulsó la convocatoria del de Calcedonia (451), celebrado justo en la mitad de su pontificado.