Marjanedas, Jordi
Jordi Marjanedas (Barcelona, 1940) estudió música e ingeniería. Ha vivido en diversas ciudades de España, Canadá, Italia, Bélgica y Oriente Próximo. Ha trabajado largamente en IBM en el desarrollo del software desde los albores de esta actividad en España. Fue el primer director de la revista catalana Ciutat Nova, y ha publicado en España diversos artículos de actualidad y una biografía. En este libro ofrece su reflexión elaborada durante años con la ayuda de un profundo conocimiento en ámbitos diversos.
Sinopsis
Pep Pereña -leridano, republicano que experimentó lo que quería decir formar parte de los «vencidos», ateo convertido ya de adulto- inició su vida profesional como literato pero pronto derivó hacia la pedagogía, donde obtuvo un reconocimiento universal gracias a la Escuela Layetana, de la cual fue cofundador y director y que durante el franquismo se convirtió en un oasis de escuela catalana abierta, dinámica y creativa.
En esta biografía que presentamos, narrada en buena parte por él mismo, su gran lección es su vida entera, que es para nosotros como un faro luminoso en este nuevo milenio recién comenzado. Él caminó y trabajó siempre con la mirada puesta en el futuro. Un futuro en el que la humanidad sea por fin una y en el que la diversidad de toda perona y pueblo no sólo se preserve, sino que se realice por la fuerza del Amor. Un Amor que él supo hacer triunfar a lo largo de su vida concreta, hasta el final.
Del prólogo:
«Es una gracia poder acercarse a la figura de Josep Pereña [...]
El aprovechamiento de la vida por parte de Pep -todos lo llamaban de esta forma- se puede analizar desde mucho ángulos, y el autor ha sabido describirlos con precisión y amenidad.
[...]tenemos que alegrarnos de que las múltiples facetas de su testimonio queden por escrito en el presente libro, que, ciertamente, hará que Pep sea más conocido y amado. Demos gracias a Dios por este ejemplo tan vigoroso y esperemos que la lectura del libro estimule a muchas personas a darse plenamente a Dios, a los hermanos y a nuestro pueblo». Josep M. Soler (Abad de Montserrat)