Cada 9 de mayo el Día de Europa nos recuerda que una identidad hay que forjarla. «O se construye y se enseña en las escuelas o no existirá en cuanto desaparezca la generación fundadora», dice Ramiro Villapadierna.
«Unidad en la diversidad», lema de la Unión Europea. Con él viene invitándonos desde hace años a mantener un edificio construido a base de culturas y lenguas bien distintas, y a ser posible en paz y prosperidad. Para quien lo quiera oír, nos lo recuerda al menos una vez al año el 9 de mayo, fecha en que se celebra el Día de Europa, porque fue el 9 de mayo de 1950 cuando Robert Schuman presentó su audaz propuesta de organizar algo que fomentara la integración de los europeos. En esta fecha, pues, se realizan actos y conmemoraciones (más de doscientos en España este año) con el fin de acercar Europa a los ciudadanos.
Se requiere paciencia y una enorme labor educativa, más cuando el edificio muestra grietas y los ánimos van de capa caída, con tanta crisis y tanta operación de salvamento a las economías devaluadas, y los agoreros vaticinan un desmembramiento de lo ya construido.
De europeísmo y educación hablamos con el periodista Ramiro Villapadierna. Su larga trayectoria como corresponsal de ABC en Europa del Este le ha valido el Premio de Periodismo Europeo «Salvador de Madariaga», cuya XVII edición se celebró el 25 de abril en Sigüenza (Guadalajara).