Con la belleza y la variedad de personas y realidades en el corazón, María Voce llegó a Sevilla. Aquí le esperaba una acogida colorida y calurosa, como sólo los andaluces y extremeños saben ofrecer. Varios eran los encuentros programados para estos días. El primero de ellos, la visita en Dos Hermanas a la Unidad de Estancia Diurna para personas mayores La Miniera, empresa que sigue los criterios de la Economía de Comunión, proyecto lanzado por Chiara Lubich hace ahora 20 años. Elena Bravo y José Alonso, directora y gerente respectivamente de La Miniera, guiaron una visita que duró más de dos horas. Al final de la misma, María Voce exclamó: «¡Hubiera venido a España sólo por esto!». Giancarlo Faletti, gratamente impresionado, escribió en el libro de visitas: «¡Ha sido una visita maravillosa! Gracias por vuestro valor y vuestro amor a este espléndido proyecto de la Economía de Comunión». Se sucedieron en días posteriores los encuentros con sacerdotes y religiosos, con los focolarinos y con el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo Pelegrina. Un encuentro éste muy cordial que concluyó con la bendición de Mons. Asenjo a todo el Movimiento. Sus palabras finales: «Pido y deseo que el Movimiento crezca».
Y llegó el sábado 22 de enero. La sala que acogía a cerca de ochocientas personas en el colegio de las Irlandesas se abrió al mundo entero. Cada dos meses los miembros los Focolares celebran un encuentro planetario, Conexión CH, como expresión de unidad que el carisma de Chiara Lubich propone. Como dijo María Voce: «España y Sevilla se abren al mundo. El mundo está en Sevilla (…). Desde esta sala somos el canal para llegar al mundo entero». Y para finalizar esta Conexión CH tuvo lugar la activación de la nueva página web internacional del Movimiento: www.focolare.org
La tarde continuó con una fiesta dedicada a María Voce y Giancarlo Faletti: testimonios y momentos artísticos que mostraban un frescor y una creatividad excepcionales. Protagonistas especiales fueron los niños, que presentaron un viaje por Andalucía y Extremadura iluminado por la luz del carisma que Dios donó a Chiara, bajo el título «La aventura de la luz: Melodía de un pueblo». Respondiendo a una pregunta, María Voce dijo que podemos aportar el espíritu de comunión a la ya rica y estupenda piedad popular.