Hablo con Clara Revuelta ocho minutos por teléfono justo antes de que vuele de nuevo hacia Haití y me quedo impactada por el tono tranquilo, incluso alegre con el que me habla del país, máxime cuando sabemos cómo lo está pasando este pueblo y quienes lo están ayudando. Tampoco me extraña, conociendo a Clara, que ofrece siempre una sonrisa, su cercanía y comprensión. Le pido que nos cuente y éste es el resultado.
–¿Por qué has ido a Haití?
–En el verano del 2009 oí por casualidad que una universidad ofrecía becas para estudios de postgrado para desempleados. Estaba sin trabajo, así que no me lo pensé y eché la solicitud para un postgrado en Proyectos de Agua, Saneamiento e Higiene en Cooperación Internacional. Quería hacer la experiencia de dar parte de mi tiempo y poner al servicio mi bagaje profesional en algún país del Sur… Pero jamás pensé en Haití. ¡¡Y quién me iba a decir que ocho meses después estaría embarcándome en una aventura como ésta!! Uno de los momentos más emocionantes fue cuando llegué al aeropuerto de Santo Domingo y tuve que montarme en el pequeño avión a hélices de Naciones Unidas rumbo a Puerto Príncipe… ¡Qué impresión! En menos de 45 minutos estábamos sobrevolando la devastada capital, un paisaje en tonos grises y azules, una ciudad llena de escombros y plásticos azules, los típicos “plastic sheetings” que se utilizan en las emergencias.