Corría el año 1967 cuando Chiara Lubich, con un mensaje que hoy podemos llamar profético, puso el mundo de la familia sobre los hombros de aquellas familias que compartían con ella la experiencia de una vida arraigada en el Evangelio. Así nacío el Movimiento Familias Nuevas, que hoy aglutina a más de 800.000 familias de 182 países y desarrolla una amplia actividad al servicio de la familia.
Del 1 al 6 de noviembre, en Castelgandolfo (Roma), se llevó a cabo el encuentro internacional anual de Familias Nuevas. En esta ocasión eran más de 400 personas de 34 países, responsables de las múltiples actividades que Familias Nuevas promueve. Y el panorama es amplio: formación y acompañamiento de novios y familias jóvenes, ayuda a parejas en crisis o separadas, viudas y viudos, acogida de menores abandonados, proyectos de cooperación internacional en favor de la infancia y la familia, acciones sociales, promoción de políticas familiares...
Se celebraba el 40 aniversario; de ahí que el lema, “Una casa construida sobre la roca. El Evangelio vivido responde hoy a los problemas de la familia”, resumiese la intención de revisar el camino recorrido y plantearse el futuro. En directo, vía internet, muchas personas de todo el mundo revivieron la fundación de Familias Nuevas, recorrieron sus etapas y conocieron a sus protagonistas. Hubo muchos testimonios sobre la fuerza evangelizadora de la vida familiar, así como referencias particulares a la crisis conyugal, a la separación y a las uniones irregulares.
Audiencia con el Papa