Una historia que contar - Nuestro granito de arena
Ana Moreno Marín
Yaiza es una leonesa de ojos pequeños y gran sonrisa. Como todos sus compañeros se licenció en Filología Hipánica en 2006, pero con la particularidad de haber sido la mejor de su promoción. Es algo tímida y amante del teatro del Siglo de Oro, sobre el que está haciendo su doctorado. Cuando hablas con ella, se muestra de una extraordinaria normalidad. Ahora bien, un premio extraordinario no es un premio cualquiera, y menos aún una lotería; detrás de él se esconde un trabajo duro. Así que le pregunto: ¿Cómo han sido estos años de carrera?
«Creo –dice– que parecidos en muchos aspectos al resto de mis años de estudio. Ha habido de todo: momentos de mayor estrés, la mayoría, y momentos más relajados. La constante ha sido el trabajo».
Vamos más a fondo: tiene que ser emocionante que te reconozcan todo el trabajo de cinco años.
«Es un orgullo, claro –reconoce–, pero también una responsabilidad. Para mí, que soy muy exigente conmigo misma, implica también saber estar a la altura. Y muchas veces tengo la sensación de que me queda tanto por aprender...»