Mi hijo de dieciséis años, después de haber visto juntos una película sobre fantasmas, comentó que, cuando era pequeño, algunas noches veía un fantasma en su habitación y que se quedaba con él haciéndole compañía. Luego, a medida que creció, ya no lo volvió a ver. Y ahora me pregunta qué era lo que realmente veía. No sé que responderle. ¿Cómo interpreta la psicología estos originales fenómenos?
M. F.
Hay una disciplina que se ocupa de este tipo de fenómenos y trata de darles una explicación, la parapsicología. En ella se contemplan dos teorías: la “espiritista” y la “animista”. Según la primera, los fantasmas son unos seres con existencia propia, independiente de la mente humana. En cambio la segunda, que ya avanzó Carl Jung, dice que las apariciones de fantasmas son contenidos psíquicos proyectados hacia fuera y pueden llegar a ser visibles. En otras palabras: serían conflictos interiores proyectados hacia fuera de uno mismo en forma de alucinaciones, o más sencillamente sueños, o incluso sueños con los ojos abiertos.