Segundo aniversario del fallecimiento de Chiara Lubich: homenaje plural, demostración de fraternidad.
Desde el extremo situado más al este, las Islas Wallis y Futuna, al situado más al oeste, Hollywood, y desde la ciudad más al norte, Hammerfest (Noruega), hasta la que está más al sur, Ushuaia (Argentina), más de 600 puntos marcan en el planisferio de Google los lugares donde el 14 de marzo, o en fechas aledañas, se ha conmemorado el segundo aniversario del fallecimiento de Chiara Lubich.
A modo de resumen y según la natural difusión que ha tenido el Movimiento de los Focolares, en Italia son 168 lugares, otros 112 en el resto de Europa (21 en España), 161 en las dos Américas, 54 en África, 41 en Asia y 6 en Oceanía. Merece la pena saciar la curiosidad con este dinámico instrumento de la web para ver de qué manera se ha homenajeado a la fundadora de los Focolares en una fecha que parece querer concentrar el mayor número de eventos en recuerdo suyo.
El recorrido muestra un abanico de ciudades grandes y pequeñas, de pueblos y lugares en donde los seguidores de Chiara han querido recordarla con actos de distinta índole. Por lo general han sido celebraciones eucarísticas, en muchos casos precedidas o seguidas de un programa más o menos prolongado en el que su figura se ponía de relieve: proyecciones, lectura de textos, testimonios…
Pero también han tenido lugar actos de carácter cultural, lúdico e incluso académico, amén de los de tipo ecuménico, que marcan muy bien la labor del Movimiento. Por ejemplo, en Fontem (Camerún), los miembros de la Iglesia Presbiteriana se unieron a la comunidad de los Focolares para la conmemoración. También en Moscú el acto fue de tipo ecuménico.
Más original suena la iniciativa de la compañía de teatro infantil cubana «La Colmenita», bastante bien considerada en el ámbito artístico cubano, que quiso rendir homenaje a Chiara con su espectáculo «Y sin embargo se mueve», con música y canciones de Silvio Rodríguez. También con arte lo hicieron en Adria (Italia), donde el ballet clásico de Liliana Cosi y Marinel Stefanescu puso en escena la obra «Gran pas de deux».
Llaman la atención las iniciativas ciudadanas que reconocen la influencia de esta mujer en el ámbito social. Así, en Mendoza (Argentina) una escuela que lleva su nombre le dedicó un obligado acto oficial. Por otro lado, en Iglesias, una pequeña localidad de la isla de Cerdeña, el 27 de marzo le fue dedicada una calle. Allí mismo se celebró el congreso «Un camino para la fraternidad universal» con la intención de subrayar la actualidad del pensamiento y la acción de Chiara.
También el ayuntamiento de Milán, ciudad que la distinguió con su ciudadanía de honor, durante una semana estuvo proyectando fotos de ella en una pantalla gigante ubicada en la Piazza del Duomo. Sorprende también que la cadena de televisión local de Santiago Rodríguez (República Dominicana) pusiera en onda su particular visión de la envergadura del movimiento fundado por Chiara Lubich
De otro carácter, pero en la misma línea, han sido los actos culturales y académicos. En la ciudad estadounidense de Lawrenceville (Georgia) un panel compuesto por expertos en educación, comunicación y economía quiso poner de relieve los efectos de la espiritualidad de comunión en esos campos. En Filipinas, la Universidad de Santo Tomás, que en su día otorgó a Chiara un doctorado honoris causa en Teología, la recordó con un foro sobre «Economía y Política desde la perspectiva de la unidad». Y no han faltado las presentaciones de libros, como en Jerez de la Frontera, donde el 17 de marzo se llevó a cabo la presentación de «Eran tiempos de guerra».
El panorama viene a demostrar la amplitud de un carisma que llevó a Chiara Lubich a influir en todos los campos. Por ello no es de extrañar que mientras en Mobile (Alabama) se reunían cristianos y musulmanes para homenajearla, en Jerusalén plantaban ocho olivos en su honor, en Hong Kong celebraban el 40º aniversario de la llegada del Movimiento, y en Roma, Mons. Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo de la Cultura, presidía una misa en la basílica de San Juan de Letrán.
Rocca di Papa, 14 de marzo de 2010
Queridos todos los que participáis en las celebraciones del segundo aniversario del fallecimiento de Chiara Lubich:
Mis más cordiales saludos para cada uno de vosotros, empezando por las autoridades civiles y religiosas.
En estos días, en muchos países del mundo se recuerda la figura y el pensamiento de Chiara. Este aniversario nos brinda la ocasión de dar gracias a Dios por el gran regalo que Chiara es para la humanidad y pone de relieve la fuerza viva del carisma de la unidad, que ha alcanzado a personas de culturas, tradiciones y religiones distintas.
Cada día comprobamos que Chiara no nos ha dejado y que sigue obrando en todos los rincones de la tierra, especialmente a través de la vida de nuestras comunidades, iluminando y renovando la sociedad actual.
¿Cuál es el mejor modo de expresarle nuestro agradecimiento?
Siguiendo juntos su ejemplo, vivamos el Ideal por el que Chiara dio la vida: la fraternidad universal.
Estoy con todos vosotros en esta empresa.
Emmaus
SENCILLOS AGRADECIMIENTOS
La Eucaristía por Chiara Lubich celebrada en Valencia coincidió con una de las misas dominicales de la parroquia Ntra. Sra. del Carmen. El carmelita P. Dionisio habló extensamente sobre Chiara y su carisma, y como conclusión se leyó un pensamiento suyo sobre Dios Amor, que invita a descubrirlo en los distintos acontecimientos de la vida. Algunas personas que no conocían el Movimiento de los Focolares al concluir se acercaron para interesarse. En Alicante, en la parroquia del Salvador, el celebrante recordó con estima la figura de Chiara, destacando la difusión universal del Movimiento, y en la oración de los fieles, un niño puso voz a una petición especial: «Para que Chiara desde el cielo nos siga ayudando a encender el fuego del amor en muchos corazones». Y en Elche, los miembros del Movimiento pertenecientes a la parroquia del Buen Pastor animaron con sus cantos la celebración. Tres claveles rojos en el altar recordaban el «sí» de Chiara a Dios. Se finalizó leyendo su testamento: «Sed una familia».
Claudia Gramajo
Misas de acción de gracias en varias ciudades de Andalucía y Extremadura, precedidas o seguidas de celebraciones, han sido ocasión para dar a conocer a gente interesada la figura de Chiara Lubich. En algunos casos, los testimonios de vida reflejaban con claridad cómo su espiritualidad influye en la vida cotidiana. Cabe destacar el ambiente de familia de estas celebraciones, en las que participaban grandes y pequeños. Presentar la figura de Chiara como motor de vida, tanto a nivel personal como comunitario, junto con el aderezo de los números artísticos, hicieron posible estos sencillos “agradecimientos a la madre”.
Pilar Fernández del Moral
En 21 ciudades españolas se han celebrado actos en recuerdo de Chiara Lubich: Alicante, Almería, Badajoz, Bilbao, Burgos, Córdoba, Dos Hermanas, Elche, Granada, Jaén, Jerez de la Frontera, Las Palmas de G. C., Madrid, Málaga, Murcia, Pamplona, San Sebastián, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza. Una página web reunía la información disponible sobre los actos en todo el mundo (http://www.focolare.org/anniversary).