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Los silencios de la Doctrina Social

Antonio María Baggio

Jean-Yves Calvez, autor de veinte libros, últimamente trabajaba sobre los aspectos sociales de la encíclica «Caritas in veritate» de Benedicto XVI.
Fallecido en enero pasado, Jean-Yves Calvez había nacido en 1927 en la localidad bretona de Saint-Brieuc (Francia). Calvez ha sido una personalidad de gran relieve: miembro de la Academia Pontificia de Ciencias, consultor del Consejo Pontificio Justicia y Paz e integrante del consejo de dirección de la Universidad de Georgetown (EE UU). Enseñó ética pública en el Centro Sèvres de París y fue miembro de CERAS, un imponente centro de investigación y acción social que tienen los jesuitas en Francia. Cuando en 2002 se constituyó en Argentina el Foro Ecuménico Social, dirigentes de distintas religiones y culturas le pidieron que lo presidiera. Este filósofo y teólogo jesuita publicó en 1956, cuando tenía 29 años, El pensamiento de Carlos Marx, su obra más conocida, traducida a varios idiomas, que durante décadas ha sido punto de referencia fundamental en el debate sobre el marxismo. Escribió más de veinte libros y últimamente trabajaba sobre los aspectos sociales de la encíclica «Caritas in veritate» de Benedicto XVI, en parte sorprendido porque este Papa volviese a los planteamientos de la «Populorum progressio». Reproducimos aquí parte de una entrevista publicada por la revista de cultura «Nuova Umanità» en noviembre pasado. –Prof. Calvez, ¿la doctrina social cristiana está a la altura de los actuales problemas económicos? –Sí en cuanto a sus principios y sus intuiciones básicas, pero no se ha atrevido a cuestionar el sistema económico. –¿Es ése el «silencio de la doctrina social» del que usted ha hablado? –Es uno de los silencios. –¿Y los otros? –Tienen que ver con el futuro del trabajo, con la financiación de la economía, con la gestión de la economía capitalista. La doctrina social cristiana también se extiende al terreno de la política, y aquí creo que en este momento muestra cierta debilidad a la hora de presionar sobre la democracia. Hay una crítica reciente a la democracia, que Juan Pablo II también realizaba, hablando de una democracia «sin valores». Es una crítica que tiene su razón de ser, pero corre el riesgo de ser muy destructiva, pues no dice muchas cosas positivas. Creo que deberemos volver sobre este análisis con gran libertad de espíritu. –¿La encíclica de Benedicto XVI «Caritas in veritate» responde a estas exigencias? –Con esta encíclica Benedicto XVI le devuelve al conjunto de la enseñanza de Pablo VI una frescura que muchas mentes no han conocido desde hace tiempo. No tuvo ese peso bajo el pontificado de Juan Pablo II. La enseñanza de Pablo VI revive claramente, con todo un capítulo consagrado a comentar y profundizar la «Populorum Progressio», sin olvidar la «Humanae Vitae», por una parte, y por otra la «Evangeli Nuntiandi», el gran texto sobre la evangelización y la liberación. –¿Cuál es el significado de «caridad en la verdad», que le da la vuelta a la expresión del apóstol Pablo: «verdad en la caridad»? –Para Benedicto XVI se trata de un punto de vista complementario: la caridad se despliega según la verdad, verdad de las cosas y de las situaciones, y es una estructura imprescriptible del ser humano y social. Es una visión que seguramente completa o explicita lo que ya Pablo VI enseñaba a propósito del desarrollo humano integral. El hombre no puede llevar a cabo cualquier opción, pues justamente él es el objeto de una llamada que viene de lejos, trascendente. El desarrollo es entonces un cumplimiento, el cumplimiento de una “vocación”, y de ello habla precisamente Pablo VI. –¿Cuáles de los temas tratados en la encíclica le han calado más? –La encíclica pone en el centro la idea de desarrollo y le restituye toda su nobleza, pero se ocupa de muchos otros asuntos. Entre ellos, la relación entre mercado y “don” es un tema que impresiona, asociado a la cuestión de la fraternidad, que puede y debe desplegarse en la sociedad civil, en la que el Papa pone su confianza, sosteniendo al mismo tiempo la revalorización del papel del Estado. Y aún subrayaría la definición del «amor en la verdad», que para el Papa es «la fuerza dinámica del verdadero desarrollo de toda persona y de la humanidad entera». El Papa está tratando de evitar que el amor se reduzca a un sentimiento cualquiera, algo indeterminado y totalmente relativo. Por eso «el amor lo es todo», dice Benedicto XVI, y por lo tanto «no se ama verdaderamente sino según la verdad». Obras de Jean-Yves Calvez publicadas en España –«La enseñanza social de la iglesia: la economía, el hombre, la sociedad», Ed. Herder. –«El padre Arrupe: profeta en la Iglesia del Concilio», Ed. Mensajero. –«Fe y justicia: la dimensión social de la evangelización», Ed. Sal Terrae. –«Creyente cristiano», Ed. PPC. –«Derecho de propiedad: socialismo y pensamiento cristiano», Ed. Mensajero. –«Ética económica y ética política», Ed. Sudamericana.



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