Educar en la igualdad
La labor de una docente andaluza que propone a sus alumnos temas como: qué papel jugamos en nuestra familia, quién hace qué en casa, el drama de la violencia en el entorno familiar, la atención a los mayores...
En los primeros años de experimentación de la LOGSE, en la década de los 80, la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía apostó fuertemente por la «coeducación» dentro de los temas transversales del currículo de la Educación Infantil, Primaria y Secundaria. El término coeducación engloba no sólo la educación conjunta a niños y niñas -lo que ya se había conseguido con la escuela mixta-, sino la educación en igualdad de deberes, de derechos y de oportunidades. Esto supuso que, en cada una de las Delegaciones Provinciales andaluzas, una persona -generalmente mujeres- se encargara de coordinar y dinamizar la labor del profesorado al respecto. Pero a decir verdad, este primer impulso se fue ralentizando sin que se apreciara una clara incidencia del trabajo realizado.
Más tarde, se implantó en el Segundo Ciclo de la ESO (3º y 4º) la optativa de «Cambios sociales y nuevas relaciones de género». Muy pocos centros la pusieron en marcha, pues, aunque debía figurar en su oferta educativa, la inmensa mayoría del profesorado la veía con escepticismo, quizás porque se pensaba que era innecesario hablar de igualdad entre hombres y mujeres en una sociedad que tenía claramente asumidos sus roles sexistas. Sólo que, al mismo tiempo, la sociedad estaba reclamando una actuación urgente porque estaba claro que la incorporación de la mujer al mundo laboral abría nuevos campos, a la vez que situaba al hombre ante nuevas situaciones, cuestionando su tradicional papel dentro de la sociedad.
Fue a partir del curso 2005-2006, curso en el que se aprobó el «Primer plan de igualdad entre hombres y mujeres en educación en Andalucía», cuando cobró fuerza el tema de la «coeducación». Una de las medidas que recogía dicho plan era el nombramiento de una persona responsable en coeducación en todos los centros educativos no universitarios. Como consecuencia, fueron presentados numerosos proyectos coeducativos y tuvo una mayor respuesta por parte del alumnado la elección de la asignatura de «Cambios sociales y nuevas relaciones de género».
Al hilo de esta coyuntura, quiero contarles mi propia experiencia. El instituto donde trabajo participa en un proyecto de coeducación junto a numerosos colegios e institutos de la provincia, coordinado por el Centro del Profesorado. Hemos organizado muchas actividades que tenían como eje de actuación la conmemoración de fechas emblemáticas: el 25 de noviembre, día de la lucha contra la violencia hacia las mujeres, y el 8 de marzo, día internacional de la mujer.