Como cualquier estudiante, cuando estás haciendo la carrera, uno siempre tiene ganas de marcharse fuera a hacer una experiencia de Erasmus. Pero la decisión de Bernat, un joven de Barcelona, no fue ésta.
–¿Cómo te surgió la idea y las ganas de ir a Montet y no a otro lado?
–En 2005, en la Jornada Mundial de la Juventud de Colonia, Alemania, visitamos con otros jóvenes algunas ciudades europeas, entre ellas Montet, que está en Suiza, una de las varias “Mariápolis permanentes” del Movimiento de los Focolares, en las que hay una “escuela” internacional donde se aprende a ser palabra viva del Evangelio, a ser el Amor. Y lo que me hizo ir fue ver cómo se lleva a cabo esto en la gente que vive aquí.