Miradas fugaces a los apuntes, café, repasos, nervios… son los exámenes finales en Sophia.
Los 40 estudiantes de dieciséis países concluyen así el primer curso de la universidad de los Focolares. Fue el último sueño de Chiara Lubich, y la aventura comenzó en octubre pasado, cuando se dio la primera clase. Ahora, nueve meses después, repasamos con sus protagonistas los momentos más importantes.
Una vida nueva: Josep González
«¿Qué me motivó de Sophia? Mi inquietud y mis ganas de profundizar, tanto a nivel académico como vivencial, en la espiritualidad de Chiara. Hace justamente un año decidí dejar los estudios de teología y de terapia corporal que había iniciado en Barcelona, porque me sentía insatisfecho. Tenía necesidad de encontrar algo más. En medio de este debate interno cayó en mis manos la propuesta de Sophia. Fue providencial. Me parecía difícil conseguir que me admitieran, pero puse en marcha todos los trámites de preinscripción. Al principio no lo veía claro y de hecho tuve miedo, puesto que suponía dejarlo todo (trabajo, formación, familia, amigos…) e iniciar una “vida nueva”. Al final del primer curso esa “vida” se me ha manifestado tan “nueva” y fecunda que no la cambiaría por nada.