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EncuentroMadrid 2009: Una nueva laicidad

Roberto de la Cruz

Del 25 al 29 de marzo se celebró la sexta edición de EncuentroMadrid con el título “Una nueva laicidad. Buscadores de infinito, constructores de historia”.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el presidente de la región de Lombardía, Roberto Formigoni, inauguraron cuatro días de encuentros y exposiciones en los que se evidenció que la fe responde a las necesidades de los hombres. Aguirre expuso que en los últimos tiempos «observamos que los políticos, en vez de servir a los ciudadanos, prefieren servirse de ellos para perpetuarse en el poder». Defendió que la separación entre la Iglesia y el Estado no debe implicar la negación del hecho religioso en el ámbito público: «Asistimos a intentos de negar, cuando no de atacar el hecho religioso. Y el único objetivo en ese ataque es el cristianismo, base de la civilización occidental». Por su parte, Roberto Formigoni destacó que es posible una convivencia verdaderamente laica cuando se reconoce en la persona su dimensión religiosa. La experiencia cristiana es la base de esa verdadera laicidad, según Formigoni, ya que el cristianismo, al introducir separación entre la esfera política y la esfera religiosa, establece un dique a la pretensión totalitaria del poder político: «El cristianismo es el mejor antídoto contra el totalitarismo», dijo, ya que relativiza el papel del poder. El presidente lombardo explicó que el campo prioritario para la entrada de los católicos en la política es que el poder favorezca el protagonismo de las iniciativas sociales. El filósofo francés Remi Brague fue uno de los principales invitados esta edición. Brague aseguró que «la cuestión de la laicidad se genera en el seno del cristianismo. La Iglesia ha sido una instancia secularizadora. El Imperio quería ser sagrado, pretendía producir lo sagrado». El pensador galo señaló que todos estamos de acuerdo en que haya una separación entre la Iglesia y el Estado, pero el problema es cómo se concreta esa separación: «Está claro lo que es puramente religioso y lo que es puramente político. Pero en medio está la sociedad civil. Y desde hace varios siglos el Estado pretende controlar la sociedad civil. La adecuada relación entre el poder político y la sociedad civil no es fruto de unos principios, la laicidad no es un principio, es un hecho histórico». En la mesa redonda también participó Javier Prades, profesor de la facultad de teología San Dámaso de Madrid. Prades afirmó que son inadecuadas las dos interpretaciones del cristianismo que se producen en este momento. Frente a un cristianismo reducido a religión civil o a un intimismo que desecha entrar en cuestiones históricas, Prades propuso una experiencia del cristianismo que sea un acontecimiento: «El cristianismo, como ha explicado el Papa en su primera encíclica, es el encuentro con una Persona». En plena reforma de la ley del aborto, EncuentroMadrid invitó al psicoterapeuta belga Pierre Martens a la conferencia “El valor de la vida: acompañarla de inicio a fin”. Martens, presidente de una asociación de niños con espina bífida, lamentó que «ante la mínima malformación, el médico proponga el aborto». El psicoterapeuta, padre de una niña de 11 años fallecida por esta enfermedad, explicó a los asistentes que la lectura de la reforma de la ley del aborto le llevó a plantearse algunas preguntas: «¿Cómo puedo mirar a la otra persona y no reducirla a defectos físicos»; «Cuando la otra persona no tiene palabras, ¿cómo vamos a escucharla? El niño no nacido no tiene voz. ¿Cómo lo escuchamos?». En el acto de clausura, la directora del Meeting Point International de Uganda, Rose Busynge, destacó que la operación de repartir preservativos para combatir el Sida no hace salir de la confusión a las personas a las que se dirige. Busynge explicó que en su trabajo con los enfermos no basta con la investigación para poder librar a las personas de la soledad. «Sólo la pertenencia a Dios nos libera. El yo sin pertenencia se aferra a lo que sucede y luego decae», concluyó.



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