Este número tiene unos inevitables sabores a bienvenida y despedida. Javier Rubio le pasa el testigo a Josep Bofill como director de la revista. Dice el primero: «Ciudad Nueva ha sido mi escuela en todo, o casi todo, lo que tiene que ver con el mundo editorial, y no dejo de aprender», y el segundo afirma: «Recojo el testigo con ilusión sabiendo que contamos con un gran equipo y un nutrido grupo de colaboradores, así como lectores comprometidos con la fraternidad universal y su difusión». Lean con atención las páginas 4, 6 y 7.
El evento eclesial más relevante de los últimos meses ha sido sin duda el Sínodo de los Obispos acaecido en el mes de octubre. Una aproximación a las conclusiones nos la ofrece Vittoria Terenzi comentando el documento final, que pone de relieve «el papel de los laicos, las mujeres y las comunidades», incorporando además el testimonio de tres participantes en el sínodo: Piero Coda, Margaret Karram y Enrique Alarcón.
Un tema que a todos nos inquieta, considerando el panorama mundial en el que nos ha tocado vivir, es si la paz es posible. Victoria Gómez, en su serie de «Preguntas sobre la cultura contemporánea», habla con el diplomático italiano Pasquale Ferrara, quien no duda en afirmar que «hay que descubrir los elementos básicos de la construcción de la paz, y todos nosotros somos uno de ellos, en lo que realizamos cada día. Cuando hablo de “la paz como política”, y no solamente de “la política de la paz”, quiero indicar que el nivel macro se construye en el nivel micro». Es decir, la paz empieza por donde yo la edifico, en mi propio entorno.
No podía falta en este número un espacio para el tiempo navideño. La misma Palabra de Vida es una invitación a «vivir más profundamente la alegría de la Navidad para hacer un mundo mejor, para convertirnos en tejedores de paz dentro de nosotros, en casa, en los lugares de trabajo, en medio de las plazas». Ejemplo de ello son el testimonio de las páginas 26 y 27, el artículo de Manuel Morales sobre la lectura del libro Pasión por la fraternidad (diario de Carlos Clariá), o la reseña sobre el premio Nobel de la Paz a la iraní Narges Mohammadi. Incluso la repercusión de la Navidad ha tenido en el arte pictórico, presentado por Clara Arahuetes en su artículo Es tiempo de Navidad, es tiempo de paz.