«El uso de la mentira edulcorada aceptada socialmente e, incluso, a los ojos de algunos, justificado para la acción política, es una recomendación que no ha dejado de prodigarse a lo largo de la Historia». Esta afirmación del profesor Ginés Marco, que más adelante corrobora en su artículo con ejemplos, como la sentencia de Platón («La verdad merece que se la estime sobre todas las cosas, pero la mentira puede ser útil a modo de medicina»), nos introduce en una de las inquietudes del tiempo que vivimos: ¿qué es verdad, qué es mentira? Dice Marta, una de nuestras jóvenes redactoras: «Qué difícil es conocer la verdad hoy en día. Nunca antes ha habido tantas fuentes de información y, sin embargo, cada vez es más complicado encontrar la verdad en su integridad, sin reducciones ni polarizaciones; si bien es cierto que el hecho de tener tantas opciones posibilita el contrastar y nos obliga a ejercitar nuestro espíritu crítico».
La incertidumbre que genera la avalancha de informaciones sobre las cuestiones, los asuntos y los hechos más variados hace necesario que pongamos puntos de interrogación a casi todo los que nos cuentan cuando se trata de información de la que no somos testigos. Es lícito, pues, abrir diálogos, como lo hace Agustín Silva en su artículo Clima y geopolítica, para aportar «otras perspectivas»; en este caso sobre los combustibles fósiles y la cuestión climática que en el número anterior había abordado Alberto Ferrucci.
Precisamente sobre ecología versa la última exhortación apostólica del papa Francisco, Laudate Deum; un texto que ha levantado no pocas ampollas en sectores que discrepan del alineamiento de la Iglesia con la etiqueta «cambio climático» y que Manuel Bru defiende (y contraataca) ante el negacionismo ecológico. «Uno de los mensajes más destructivos –dice– consiste en decir que el Papa, con estos pronunciamientos de su magisterio, se entromete en un terreno que no le compete».
Internet, la Red, es hoy el espacio donde más se combate la batalla entre la verdad y la mentira. El profesor Declan O’Byrne, rector del Instituto Universitario Sophia de Loppiano, sostiene que el mundo digital necesita justamente sophia, o sea, sabiduría, y no solo conocimiento y técnica. Michele Zazucchi lo explica así: «Sophia sería recordarle a quien produce armas digitales que no matar es un mandamiento básico en todo pensamiento y religión; o bien recordarle a los juristas que es necesario preservar a toda costa la privacidad de las personas que usan la Red».
Y al hilo de todo esto, la palabra de vida del mes nos recuerda: «Pues todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día; nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas»