Reunidos en su congreso, los jóvenes de los Focolares profundizan en la dimensión de vida interior.
Un cestito de mimbre. Más de 80 jóvenes, uno a uno, van depositando en él un papeleito donde han anotado «esa preocupación» que puede distraerles. La idea es dejarlas ahí, «aparcada». En otro papelito, sus expectativas, y se lo guardan para comprobar si se cumplen. Objetivo: comprender mejor uno de los siete «aspectos» que conforman la visión antroplógica que surge de la «espiritualidad de la unidad». Estos jóvenes dominan el inglés y hablan de pathways. En otros tiempos serían caminos o senderos. Para entrar en materia, comparten lo que cada uno entiende por este «aspecto». Lo hacen con una herramienta muy actual, el WhastApp, enviando tres palabras que un programa mezclará, reuniendo sus sensibilidades en un gráfico que destaca lo más señalado. Resultado: espiritualidad, interioridad, Dios, relación, comunión, diálogo...