La figura de Igino Giordani ha inspirado la creación de una fundación.
«La crisis de nuestro tiempo se debe a muchos motivos, que se resumen en uno: penuria de amor». La frase es de Igino Giordani (1894-1980) y demuestra que su pensamiento es plenamente actual. Este estudioso italiano, hombre de cultura y político, poco conocido en nuestra sociedad, es el inspirador de una fundación de reciente creación que lleva su nombre.
¿Quién es Igino Giordani? En las páginas de Ciudad Nueva ya han aparecido artículos sobre él y reseñas de sus libros, de modo que ahora sólo damos unas pinceladas biográficas de la figura polifacética de este apasionado defensor de la fraternidad universal.
Licenciado en Filosofía y Letras, llegó a ejercer varias profesiones: escritor, periodista, político, ecumenista, bibliotecario (director de la Biblioteca Vaticana), director de periódicos... Escribió sobre ascética, patrística, ecumenismo, política y narrativa, y algunos de sus libros han sido traducidos y publicados en varios países de Europa, América y Asia.
Llamado a filas en 1915, en la contienda fue herido de gravedad, y salió de la guerra sin haber disparado jamás contra nadie. Después, siendo diputado en el parlamento italiano, se ganó el aplauso de todos los grupos políticos por sus ideas y propuestas para construir la paz. Entre otras cosas, promovió la primera ley de objeción de conciencia de la posguerra.