Quince años después de iniciar su andadura la fundación Amigos de los Mayores ha decidido cambiar su nombre por Grandes Amigos. Quizás el testimonio de una de sus voluntarias dé una pista para entenderlo. Cuenta Mónica: «A mí también me viene muy bien. La soledad no es el estereotipo de persona muy mayor encerrada en casa. Eres joven y también te sientes sola. Tener una amiga con la que compartir y olvidar esa soledad es muy importante, y yo contigo la olvido. Al final da igual quién es voluntaria y quién mayor, somos grandes amigas».
La presidenta de esta ONG, Mayte Sancho, ha explicado que la renovación va de la mano de los cambios demográficos: «Vivimos más, baja la natalidad, aumenta el número de hijos únicos o crecen los hogares unipersonales» por lo que estamos «llamados a estar más solos». «La amistad recíproca y sin contraprestaciones entre mayores y voluntarios –añade– es la única vía para prevenir y paliar la soledad de las personas mayores».
Leer más