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La dimensión social y solidaria del cine

M. Teresa Ausín

Alejandro Morala Girón, 19 años, estudia 2º de Comunicación Audiovisual en Valencia. A los 13 años descubrió un arte que desde entonces le cautiva: el cine. 


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«Tras participar en la realización de un corto durante la semana cultural de mi instituto, junto a la reconocida directora de cine valenciana Susi Gozalvo –nos cuenta Alejandro–, descubrí que hacer cine estaba a mi alcance. Hasta el momento, he realizado más de setenta cortos, fundamentalmente como director y guionista, aunque también he colaborado como actor, director de fotografía, editor y compositor de alguna banda sonora. Son trabajos pequeños, austeros y amateur, que apuestan por el esfuerzo y el trabajo en grupo».
 
Alejandro, pues, ya tiene cierta trayectoria. Además ha sido seleccionado como parte del jurado joven del concurso de cortos de Cinema Jove de Valencia, nominado por quinta vez sucesiva finalista en el concurso internacional «No te cortes» en las categorías de mejor corto, mejor actor y mejor director, y finalista en otros concursos. ¿Su última aportación? El proyecto solidario «Mírame por Siria». 
 
La crisis que sufre este país desde 2011 se ha convertido en una cruel guerra civil con más de 200.000 víctimas, más de 12 millones de desplazados internos y más de 3,5 millones de refugiados en países vecinos. Las necesidades son muchas y afectan a la supervivencia de quienes tuvieron que abandonar sus hogares y quienes han permanecido en muchas de las ciudades devastadas. ¿En qué consiste el proyecto de Alejandro? «El año pasado –dice– comencé esta iniciativa solidaria para recaudar dinero para la asociación AMU, del Movimiento de los Focolares, que apoya a los refugiados sirios y sus familias para que puedan recuperar una vida normal. Todo empezó por una convocatoria de la SGAE para subvencionar y publicar DVDs. Envié un proyecto solicitando 1.000 euros para editar un DVD que recogiese varios de mis cortos y se vendiese por cinco euros. Los beneficios se repartirían entre AMU y la mejora del equipo de grabación para poder continuar con nuevos proyectos solidarios. No pensábamos que lo financiasen, pues de los 68 proyectos presentados aceptaron solo 14, y este fue uno de ellos. Publicamos 1.450 DVDs, y si vendiéramos todos se traduciría en 3.625 euros para Siria. El problema es que hoy, con Youtube e internet, poca gente sigue comprando en soporte físico. Por el momento hemos vendido alrededor de 300, pero aún queda mucho por hacer. Si alguien quiere colaborar, todavía pueden adquirirse escribiendo a mirameporsiria@gmail.com».
 
Alejandro lo tiene claro: «Creo que el cine, más allá de ser un medio de entretenimiento, es un arte cargado de fuerza e impacto emocional, con capacidad para educar y desarrollar el pensamiento crítico en nuestra sociedad, de plantear otros puntos de vista y de hacernos vivir experiencias intensas que, como en mi caso, marcan un antes y un después».




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