A lo largo de cinco días, del 21 al 25 de septiembre, más de 1.500 personas, entre jóvenes y adultos, procedentes de 60 países con culturas y creencias religiosas distintas, participaron en Florianópolis (Brasil) en el Foro Mundial de la Paz, una serie de actos que en ocasiones eran compartidos por jóvenes y adultos y en ocasiones se llevaban a cabo separadamente.
No cabe aquí una crónica detallada de todo el evento, pero se puede decir que la finalidad de los actos de distinto carácter que se fueron desgranando a lo largo de esos cinco días era concienciar a los participantes sobre la importancia de difundir un mensaje de paz: desde el flashmob «Yo danzo por la paz» del primer día en una plaza de la ciudad, con marcado toque juvenil, hasta la «Oración interreligiosa por la paz» del día 25 con unos 30 representantes de distintas religiones y tradiciones espirituales, que fue especialmente emotiva cuando uno de los líderes religiosos dijo: «A veces se dice: “Las religiones y la paz”, pero tendríamos que decir: “Las religiones son la paz”, porque todas las religiones quieren la paz».
Leer más