logoIntroduzca su email y recibirá un mensaje de recuperación de su contraseña






                    




articulo

Start Now con los jóvenes

Stefania Tanesini y Eduardo Ortubia

Vuelve el Gen Verde con un proyecto para jóvenes entre 14 y 25 años. Cinco días de talleres artísticos sobre el diálogo multicultural y la paz culminan con un espectáculo en el que participan los muchachos. Hablamos con Sally McAllister, mánager del grupo.


pdf
«España no es país para jóvenes», dijo Víctor Reloba López, vicepresidente del Consejo de la Juventud de España (CJE), cuando a principios de este año presentó el informe "Observatorio de emancipación". Según dicho informe, el 54% de los jóvenes entre 18 y 34 años dice no tener ningún proyecto de vida. El informe señala también su frustrante y precaria rutina cotidiana, sus horizontes de perfil bajo, sus esperanzas low cost y sus sueños rotos, por no hablar de su desconfianza en la política o cualquier forma de compromiso social. 
 
«Pero esa no es toda la verdad. Los jóvenes son como el fuego; basta con encontrar la mecha adecuada y cuando se enciende, ¿quién los para?». Lo dice convencida Sally McAllister, mánager del Gen Verde, grupo artístico internacional que el 15 de febrero iniciará en Jaén una gira por España.
 
–¿Esa afirmación nace del corazón o tienes razones fundadas?
–Dos razones. Primero porque yo misma pasé por eso. A los 18 años decidí tomar las riendas de mi vida cuando alguien me señaló un horizonte distinto al de la violencia y los enfrentamientos cotidianos en Belfast, la ciudad donde me crié. Por otra parte, el Gen Verde tiene mucha experiencia en este campo gracias al contacto con miles de jóvenes y adolescentes de todo el mundo. 
Hoy los jóvenes son la parte más frágil pero más valiosa de la humanidad y sentíamos que teníamos que hacer algo para ayudarlos. Tras mucho dialogar con ellos, hace tres años surgió el proyecto Start Now, que a nuestro parecer puede orientarlos en sus temores y dudas, en sus esperanzas y anhelos. Por eso no hacemos solo espectáculos, sino talleres en los que quisiéramos darles la posibilidad de ver con sus ojos que lo que buscan se puede realizar.
 
–Con la música se llega directo al corazón, pero el arte no da para comer ni pagar los recibos o las tasas de la universidad…
–¡Pero te inspira, te pone las pilas y llega al alma! En estos años que hemos llevado el proyecto por todas partes (Asia, Europa, Oriente Próximo), hemos estado con miles de jóvenes en escuelas y asociaciones. Muchos tenían una religión (cristianos, judíos, musulmanes, budistas) y otros muchos no tenían referencias religiosas, pero en todas partes hemos visto lo mismo: con los talleres la mayoría experimenta un antes y un después. 
Me explico. Con Start Now las 22 componentes del Gen Verde, que proceden de 14 países, pasan cinco días con los chicos y los entrenan en disciplinas como el teatro, el canto, la percusión y la danza (latin pop, hip hop y pop rock). Son tres días para trabajar en grupos, otro para el ensayo general y el espectáculo, y el quinto para recoger ecos de la experiencia que han vivido. Trabajan duro, no solo en lo artístico sino también el campo de las relaciones humanas. Aprenden a manejar la complejidad cultural, a captar su valor enriquecedor. El objetivo es que hagan una experiencia humano-artística que les capacite para contener, comprender y valorar al otro, sea quien sea. Así pasan de la inseguridad, el miedo y hasta el odio a una actitud de confianza e inclusión.
 
–Es más fácil decirlo que hacerlo. Sobre todo hoy, cuando en Europa se respira temor al extranjero. Más del 60% de la población dice ser favorable a reforzar las fronteras externas de la Unión Europea para poner fin al flujo migratorio.
–La gente cambia, se replantea sus posiciones, pasa del odio a tender la mano después de una experiencia de fraternidad con nuestra música. Te cuento un caso. En septiembre del año pasado estuvimos en un gran festival en Szeged, Hungría, a 15 kilómetros de la frontera con Serbia. Por entonces, los telediarios de toda Europa mostraban las interminables filas de refugiados que cruzaban la frontera huyendo de la guerra, suscitando dudas y dolor al pueblo húngaro. 
Llevamos a cabo el proyecto con los chicos de dos institutos de bachillerato. No hacía falta ser psicólogo para entender que, en la mejor de las hipótesis, el sentimiento más noble era la indiferencia. Cinco días después la situación cambió completamente, y se pudo comprobar en el vídeo-entrevista que proyectamos al empezar el concierto final. Aún recuerdo las palabras de una chica: «Al principio no nos conocíamos, luego nos miramos con confianza y ahora nos movemos como una única persona. Estamos muy contentos». Esta chica nunca olvidará la experiencia. Plantamos una semilla en su vida y en la de sus amigos: abrir las fronteras del corazón.
 
–En tu opinión, ¿qué necesitan los jóvenes de hoy?
–Confianza y alguien que les diga la verdad. Y basta ya con eso de que no tienen ideales ni ganas de jugársela por algo que valga la pena. ¿Acaso no se han radicalizado más de mil jóvenes europeos, dejando su país para abrazar la ideología diabólica del Estado Islámico? Los motivos que los impulsan pueden ser muchos, pero demuestra la necesidad de llenar un vacío de ideales. Tenemos que ofrecer a los jóvenes formas de dar la vida por la paz, al servicio de la dignidad humana; no ilusiones, sino herramientas para construir el mundo que queremos.
 
–«On the Other Side» es el título del trabajo que llevaréis a los escenarios españoles, abordando temas candentes: guerra, injusticia, migración, deterioro ecológico, vacío existencial de una sociedad opulenta… Hay hasta quien lo ha definido como espectáculo político.
–Sí, fue en Gran Bretaña, un país de consolidada tradición multicultural, pero donde la soledad y la indiferencia abren abismos. Tuvimos contacto con comunidades musulmanas tratando de crear lazos entre mundos tan distintos que en algunos casos era la primera vez que contactaban de modo positivo. Tales casos pudieron constatar que hay una alternativa al desencuentro y el rechazo. El diálogo es el primer paso hacia una dirección común. En este sentido On the Other Side puede definirse como un espectáculo político, pues promueve el bien común.
 
–¿Qué podemos esperarnos de «On the Other Side»? 
–Un espectáculo potente, que te llega, y que pone sobre el tapete posiciones, opiniones y estilos de vida. Habla de pueblos que buscan la paz con justicia; aborda la cuestión migratoria, las distintas formas de división entre pueblos, razas y religiones; la aplastante soledad de las grandes ciudades y la destrucción de nuestro hábitat. Y todo ello a partir de nuestras historias, de quienes han vivido esa experiencia en primera persona. 
Veremos una variedad de estilos musicales y artísticos, desde el k-pop, que tanto gusta a los asiáticos, a la alegría del carimbó brasileño. Además, cada concierto es único gracias a la participación de los jóvenes. Nos esperan dos horas de música, voces, coreografías, declamaciones… En fin, energía en estado puro. Y sobre todo invitamos a los jóvenes a que participen en los talleres Start Now para prepararse a subir al escenario y decir que ese mundo mejor que todos queremos empieza aquí.


Más información en:

www.genverde.it
Si estás interesado en el proyecto, contacta con Maricel Prieto.
Correo electrónico: maricel.genverde@gmail.com
Móvil:  +393342555237


  SÍGANOS EN LAS REDES SOCIALES
Política protección de datos
Aviso legal
Mapa de la Web
Política de cookies
@2016 Editorial Ciudad Nueva. Todos los derechos reservados
CONTACTO

DÓNDE ESTAMOS

facebook twitter instagram youtube
OTRAS REVISTAS
Ciutat Nuova