Por primera vez un Papa se dirige a un grupo heterogéneo de movimientos sociales laicos, reivindicativos y alternativos de los cinco continentes.
En palabras del Papa, su encuentro en el Vaticano el 24 de octubre pasado con los llamados movimientos populares fue «un gran signo». Nadie pone en duda que ha sido también histórico, con la participación de dos líderes mundiales de estos movimientos: el presidente de Bolivia, Evo Morales, y el presidente de honor de la Asociación por la Tasación de las Transacciones Financieras y por la Acción Ciudadana (ATTAC), el español Ignacio Ramonet.
Mirados con sospecha
Los movimientos populares son vistos con sospecha por la sociedad del bienestar y por la mayoría de sus instituciones. El Papa da tres razones para ello.