La crisis del matrimonio afecta también a muchas familias de creyentes. Debate abierto en vistas del próximo sínodo sobre la familia.
Estoy divorciada y me he vuelto a casar por lo civil. Voy a misa pero no puedo comulgar. Es como si me invitasen a cenar pero no me diesen nada que comer. Se puede perdonar el homicidio pero no el divorcio. Con todo, un sacerdote me ha permitido comulgar de todas formas».
«Somos católicos, vamos a misa, pero no podemos comulgar porque yo vengo de un matrimonio anterior. No podéis imaginar qué doloroso es».