El pasado 27 de febrero se cumplieron 50 años de la muerte de Guillermo Rovirosa.
Guillermo Rovirosa Albet nace en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) el 4 de agosto de 1897. De profunda inquietud intelectual, a los 18 años llegó a la conclusión de que sólo la ciencia materialista era fiable, desembocando consecuentemente en el ateísmo. Orientado vocacionalmente hacia la técnica, curso estudios de Dirección de Industrias Eléctricas.
Se casó a los veinticinco años con una joven llamada Catalina, con la que en 1929 se instaló por motivos de trabajo en París, ciudad en la que oyó predicar al cardenal Verdier en mayo de 1932: «El cristiano es un especialista en Cristo (…) el mejor cristiano es el que más sabe de teoría y práctica de Jesús». Esta predicación le hizo tomar conciencia de que no conocía al Cristo que negaba y se dio cuenta del absurdo en que había caído, por lo que inició un proceso de investigación sobre la figura de Jesús.