Sin ninguna duda, y contra la corriente dominante de aire superficial que exhibe en estos momentos el cine comercial, estamos de enhorabuena al asistir a una apasionada revolución del cine religioso ...
Sin ninguna duda, y contra la corriente dominante de aire superficial que exhibe en estos momentos el cine comercial, estamos de enhorabuena al asistir a una apasionada revolución del cine religioso que ayuda a oxigenar la cartelera española con hagiografías de alto nivel. Al reciente filme de esta índole, a saber, Bajo un manto de estrellas (Óscar Parra, 2013) o de aventuras, El medallón perdido* (Bill Muir, 2013), se suma ahora otra elogiable producción, Yo creo (Vicenç Vila, 2013). Se trata del primer documental de este tipo filmado en 3D, producido por Global3DSolutions, y se estrenará el próximo 21 de marzo en Madrid, Barcelona y Valencia, a la espera de que el espectador demande otras salas de cine. Además, sigue la estela marcada por otras grandes películas-documentales como ¿De qué va la vida? (Hugo Burgos y Ángel González, 2012), Mary’s Land-Tierra de María (Juan Manuel Cotelo, 2013) o los tres seriales hasta la fecha de Te puede pasar a ti, también del director Cotelo. Yo creo toma el Credo de la Iglesia como columna argumental y plantea preguntas sobre la existencia de Dios, si el mundo fue fruto de una casualidad, por qué existe el mal o qué hay detrás de la muerte. Pues bien, en Yo creo se vierten interesantes testimonios anónimos, tanto de gente humilde como de intelectuales, que se sinceran en la pantalla y hablan sin tapujos de su vida y sus circunstancias. Son historias tan diferentes y cercanas como pueden ser las nuestras, y por ello al espectador no le costará verse reflejado en alguna.