A largo de este año la Palabra de Vida nos invita a subrayar el amor al prójimo. Compartimos aquí las vivencias de los lectores.
«Amar de verdad y con obras fue lo que nos pedía la Palabra de vida que se nos propuso en el mes de septiembre. A finales de ese mes, unos amigos me presentaron a un matrimonio que estaba fuera de su país por presiones gubernamentales y sin trabajo desde hacía mucho. Para amarles “con obras” les había dicho que me mandaran su currículum, pero no esperé; muerto de sueño, esa misma noche encendí el ordenador sólo para enviar a mis amigos un correo recordándoles que me mandaran los datos de ese matrimonio. »Cuando al día siguiente me llegó el currículum, reconsideré que era absurdo enviarlo ¡habiendo empezado ya el curso lectivo! ¿¡Encontrar un puesto para un docente!? (en otras ocasiones siempre me habían contestado que no podían). Iban a pensar que “estaba tonto”… Pero amar “con obras” suponía emplear tiempo en eso. Pues… ¡al día siguiente lo llamaron para una entrevista!, ¡¡y empezó un día después, ya octubre!!» P. T. «Mi marido y yo fuimos a llevarle la compra a una familia a la que ayudamos en estos tiempos de crisis. Antes eran empresarios, pero ya llevan tiempo en mala situación y, aunque viven en un gran chalet al pie de la sierra, cuando llegamos, estaban casi a oscuras, no tenían calefacción y la casa estaba a 5 grados. Estaban felices de lo que habían recibido y deseosos de ayudar también ellos si les cambia la suerte.