El desarrollo tecnológico que se ha dado en los procesos de diagnóstico para curar las enfermedades ha tenido como consecuencia un notable aumento de la edad media de vida...
El desarrollo tecnológico que se ha dado en los procesos de diagnóstico para curar las enfermedades ha tenido como consecuencia un notable aumento de la edad media de vida, pero al mismo tiempo ha ido generado mayores problemas de financiación de la Sanidad que con la crisis se han ido agravando. Para poder hacer frente a la epidemia de tumores, enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad, que con frecuencia son su causa, será necesario recurrir a nuevos fármacos y a unos instrumentos de diagnóstico cada vez más costosos. Veamos algunos ejemplos. En el último congreso de la Sociedad Europea de Diabetología fue presentado un microinfusor de insulina inteligente que representa todo un paso adelante hacia la fabricación del páncreas artificial. Se está experimentado la posibilidad de trasplantar en el hígado células heterólogas que producen insulina y/o estaminales diferenciadas en células pancreáticas sanas inyectadas en la vena umbilical del paciente. Y en el sector de los tumores se están evaluando ciertas terapias biológicas. Con este planteamiento se podrá identificar las moléculas alteradas que causan el crecimiento de las neoplasias y así bloquearlas mediante una terapia basada en el tipo de tumor del paciente. Estas investigaciones las realiza en su mayor parte la industria farmacéutica y están financiadas con capitales privados, lo cual supone una inversión económica que más tarde gravará sobre la economía de los países, que en la actualidad ya se ven con bastantes dificultades. Estamos ante el riesgo de que los pobres no puedan beneficiarse de los avances de la medicina.