¿Dispuesto a retomar el Time Out?
Ángela AláezEl Time Out es un momento de reflexión a las 12 del mediodía para rezar por la paz en todo el mundo
María Voce, presidenta del Movimiento de los Focolares, ha relanzado esta propuesta ante 350 dirigentes juveniles, que recientemente se reunieron en Castelgandolfo (Roma) procedentes de todos los continentes. Esta invitación al silencio y la oración no sólo iba dirigida a ellos, sino a todos los miembros de los Focolares, así como a todo aquel que quiera participar. La propuesta tuvo una gran acogida y rápidamente se creó un grupo de Facebook que reflejaba el deseo patente de paz mundial.
El Time Out es un momento de reflexión a las 12 del mediodía para rezar por la paz en todo el mundo, y fue inaugurado por Chiara Lubich en 1991 durante la guerra del Golfo. El término proviene de la jerga deportiva y significa suspensión temporal del juego, un tiempo muerto, como en baloncesto.
El relanzamiento de esta propuesta está motivado por el anhelo de paz de todos los miembros del movimiento, y en especial por la situación que viven los de Oriente Próximo, que expresaron su dolor por los enfrentamientos y conflictos que viven en sus países. «Ante estas guerras absurdas, solamente Dios puede responder a la necesidad de paz que hay en la humanidad. Se necesitaría realmente una oración fuerte, potente (…) una fe renovada en que Dios puede hacerlo, que si se pide en unidad, Dios responde», afirmó María Voce.
Mar Ginés, granadina que reside en Sevilla, le da gran importancia a la oración comunitaria, especialmente tras la reciente enfermedad de su madre, y se ha alegrado mucho de la invitación de María Voce de retomar el Time Out, ya que solía llevarlo a la práctica cuando Chiara lo propuso por primera vez. «Para mí es muy importante y para no olvidarlo ningún día, me he puesto una alarma diaria en el móvil. A mi novio le mando un mensaje para recordárselo, así como mensajes de Whatsapp a algunas amigas que sienten como yo la importancia y la fuerza de la oración si lo hacemos juntos».
A las 12 del mediodía cada día, Mar se para durante ese minuto, reza un Padrenuestro y se acuerda de todas las personas que están pidiendo por la paz en el mundo. «No podemos perder la oportunidad de rezar juntos por algo tan grandioso y urgente como es la paz mundial», comenta Mar.
No sólo es un tiempo para reflexionar, para ella el Time Out supone llevar la paz allá donde va: «Me daba cuenta de que debía recomenzar y mirar dentro de mí. No puedo dar paz si dentro de mí no la hay». Este minuto de silencio a las 12 del mediodía está ayudándole a transmitirla a su alrededor, ya sea en su trabajo o con su familia. Y tú, ¿te apuntas?
LÉANOS
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