Pleno compromiso con nuestro deber
“El producto de la justicia será la paz y el fruto del derecho será la seguridad y confianza eternas” (Is 32, 17)
“Hasta que se derrame sobre nosotros un espíritu que llegará de lo alto, entonces el desierto se convertirá en vergel, y el vergel parecerá una selva” . Así empieza el texto del que está sacada la Palabra de vida de este mes. El profeta Isaías, en la segunda mitad del siglo VIII antes de Cristo, anuncia un futuro de esperanza para la humanidad, casi una nueva creación, un nuevo “vergel” donde reinen el derecho y la justicia, generadores de paz y seguridad.
Esta nueva era de paz (shalom) la realizará el Espíritu divino, fuerza de vida capaz de renovar la creación; y a la vez será fruto de haber respetado el pacto entre Dios y su pueblo y entre los miembros del pueblo mismo, ya que son inseparables la comunión con Dios y la comunidad de los hombres.
“El producto de la justicia será la paz y el fruto del derecho será la seguridad y confianza eternas”