Chicos por la unidad
Llenar de color los rincones grises de la ciudad, en una especie de competición para ver quién da más. Chicos y adolescentes inventan actividades para entretejer relaciones de fraternidad.
Objetivo comprometedor el de conquistar la ciudad guiados por un lema de dos palabras, encajada una en la otra: “ColoreAMOs”. Un campo de acción variado, pero una misma preferencia por los “rincones grises”, que los hay en todas partes. Los protagonistas de este asunto son chicos y adolescentes de los cinco continentes y siguen un método que bien podríamos etiquetar con un principio muy de moda: “piensa globalmente, actúa localmente”.
Hace unos años los Chicos por la Unidad tomaron la decisión de ponerse manos a la obra en cada ciudad donde están, porque ahí es donde se juega hoy el reto de la convivencia humana. Su deseo es revitalizar las relaciones entre las personas, entre las instituciones y otros componentes de la sociedad. Un terreno lleno de guijarros y también de posibilidades. Como en cualquier proyecto, hay que tomar las medidas necesarias, pero la espontaneidad propia de la edad da con las ideas más atrevidas, esas que a los adultos les resultan imposibles. Demos la palabra a los muchachos, que quizás parezcan ingenuas, pero que sin duda son sinceras.
África