El futuro para un joven siempre es una incógnita, una caja de sorpresas llena de ilusión e inquietud a la vez. Se trata de esa famosa pregunta sobre qué voy a hacer con mi vida, con la que muchos jóvenes se agobian. Otros, sin embargo, lo ven tan lejano que no se lo cuestionan. Alca, estudiante de Matemáticas y Física, de 25 años, lo tiene claro.
– ¿Qué has elegido para tu vida?
–He decidido donarme totalmente, como focolarino.