A veces la solidaridad requiere eliminar las distancias.
Muchas personas colaboran desde hace años con los proyectos del programa «Solidaridad a Distancia» de Familias Nuevas de los Focolares. A tal respecto el testimonio de María José y Leticia, madre e hija, es singular. No sólo han colaborado económicamente desde 2003 de forma continuada, sino que han querido donar su tiempo y su esfuerzo personal. El verano pasado hicieron las maletas y se fueron a Bolivia, al Centro Infantil Clara Luz.
–¿Habíais visitado antes algún proyecto de cooperación?
–Mª José: No, era la primera vez, y para mí ha sido muy satisfactorio haberlo hecho con mi hija. Desde joven he tenido el deseo de ir a una zona desfavorecida y poner mi “granito de arena”, pero nunca había sido posible por falta de tiempo, por problemas familiares o por no disponer del dinero para el viaje. Este año las circunstancias eran favorables. Además había cobrado una paga extra por llevar veinticinco años en la empresa y decidí invertirla en este sueño.